Por Evan Bush – NBC News
Varios puestos de alto nivel en las oficinas del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por su sigla en inglés) más cercanas al centro de Texas, donde hubo devastadoras inundaciones este viernes, estaban vacantes de cara a recortes federales que han afectado a muchos centros meteorológicos y de pronósticos climáticos.
Sin embargo, un representante sindical le dijo a NBC News (cadena hermana de Noticias Telemundo) que en las oficinas en la zona central de Texas sí había suficientes empleados para otras operaciones y se emitieron alertas a tiempo antes de las fuertes lluvias.
El representante sindical, Tom Fahy (director legislativo de la organización de empleados del NWS), dijo que en las oficinas para la región de San Antonio y Austin hay 11 meteorólogos actualmente, aunque hay seis trabajadores menos que el nivel típico de empleo pleno, que es de 26 personas contratadas. Esa oficina no tiene de manera permanente empleado a alguien como oficial científico ni meteorólogo que coordine las alertas, pero hay gente desempeñando de manera interina esas funciones, de acuerdo con Fahy.
Fahy dijo que la oficina cercana de San Angelo tiene cuatro menos empleados que los 23 que suele haber en otros momentos. Esa oficina no tiene a nadie actualmente en el puesto de liderazgo más alto, el meteorólogo sénior, ni tiene a un hidrólogo sénior.
“No hay hidrólogo y eso sí es un problema”, dijo Fahy. Los hidrólogos analizan el posible flujo pluvial para tener respuestas tempranas a temas como potenciales inundaciones repentinas.
Aunque algunos meteorólogos independientes, incluso aquellos críticos de los recortes al NWS, han defendido a la oficina de San Antonio/Austin, al señalar que se emitieron todas las alertas posibles de cara a las lluvias del viernes y que los niveles —en horas cayó más lluvia que la que suele haber en meses— superaron cualquier pronóstico.
Por su parte, el Servicio Nacional de Meteorología a nivel federal no quiso responder a solicitudes para hacer comentarios.
Para junio, debido a recortes y jubilaciones tempranas impulsadas por el Gobierno del presidente republicano, Donald Trump, el NWS tenía 600 empleados menos que la cantidad usual.
En reacción algunas oficinas del NWS han tenido que recortar en más de 40% a su plantilla laboral y por lo menos ocho oficinas locales han dejado de poder operar las 24 horas del día o de movilizar globos de monitoreo climático.
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